Okiagari ledas



 “7 veces caigo, 8 veces me levanto” – Proverbio japonés. He sintetizado la traducción  para que cupiera en sus bases ("cae 7 veces, levántate 8").


El okiagari es un muñeco tentetieso tradicional japonés que está concebido para volver siempre a la posición vertical cuando se intenta volcar. Simboliza la perseverancia y la resistencia ante la adversidad. Se les confiere la propiedad de infundir buena suerte y voluntad en aquellas personas que los usan como amuleto, de forma que les ayude a conseguir sus objetivos, a no darse por vencidos.

Sumergida en un estado de caída no, de hostión personal, sentí un flechazo instantáneo con este  concepto  de resiliencia. Leyendo  además que los tradicionales  inicialmente se confeccionaban en papel maché  me convencí de que era una señal y me propuse hacer mi versión.

Hacerlos ha sido toda una terapia para mi, en su confección hay invertida mucha fuerza de voluntad, mucha superación emocional  y un enorme deseo de reencontrar la motivación  vital y sanar el alma.  Espero de corazón que ayuden también a quien las adopte.

Además  de su simbolismo espiritual, técnicamente  han sido todo  un desafío, ya que tenía  que modelarlas huecas. La pasta de papel húmeda es pesada y blanda lo que lo dificulta terriblemente. Los japoneses tienen formas básicamente ovoides  o esféricas, que simplifican el proceso, pero yo estaba emperrada en hacerlas con sus bracitos móviles, con ropita...  

El otro gran reto fue el tamaño de la cabeza y los ojos de una nena leda, no podia renunciar a que fueran cabezonas, así  que me llevó mucho tiempo encontrar el contrapeso  idóneo para poner en su interior. Tras muchas pruebas la ganadora ha sido una bola de acero.

Finalmente  además me he venido arriba al pintarlas, vestirlas... así  que como todo lo que hago, cada una es  muy diferente,  se bandolera como le viene en gana y se para donde quiere 😄.  Mientras iba eligiendo telas, peinados (todos inspirados en ropas de los siglos XVII, XVIII)  me di cuenta de que  no importaba, de que  ésa era precisamente mi aportación  al concepto. No sería propio de mi hacer un tentetieso que volviera rápida y directamente a su centro, la vida es más complicada, a veces hay que dar algunas vueltas, otras  necesitas otro empujoncito. Al fin y al cabo   no son un juguete, si no un elemento decorativo,  un amuleto y un  recordatorio ("puedes volver a levantarte "💪). Tenía mucho más  sentido primar su  estética sobre su perfecta funcionalidad.